«Es importante calmar el tráfico y que la bicicleta pueda permeabilizarse más en el conjunto de la ciudad»

Entrevistamos a Joana María Seguí, Catedrática de Geografía Humana y directora del Observatorio Interdisciplinar de Movilidad de las Illes Balears, de la UIB.

 Pregunta: ¿De qué deberíamos hablar cuando nos referimos a Movilidad Sostenible?

Respuesta: De la movilidad que es capaz de satisfacer las necesidades de la sociedad para moverse libremente, pero sin hipotecar otros valores humanos o medioambientales presentes o futuros. La movilidad sostenible debe en primer lugar ser una movilidad para las personas por lo que debe proteger a viandantes, ciclistas o usuarios de patinetes. La movilidad sostenible debe también potenciar el transporte público que permite el acceso universal, por tanto, equitativo a bienes y servicios. La movilidad sostenible, con ello, también será más eficiente, pues, al ofrecer mayor capacidad en los modos, cuenta con un menor consumo energético.

P: ¿Cree que existe un intento de apropiación del término para maquillar formas de movilidad que siguen sin ser sostenibles?

R: A veces sí, por ejemplo, con la movilidad eléctrica. No se puede pretender sustituir el parque móvil actual basado en consumo de combustibles fósiles, por otro igual pero de baterías eléctricas. El modelo de transporte y de ciudad será el mismo, siendo cierto que las emisiones serán menores. El problema es gestionar la presencia del automóvil en las ciudades.   

P: En su caso ha centrado gran parte de sus investigaciones a la movilidad en Baleares ¿Cuál sería el diagnóstico actual que se podría hacer a día de hoy en las islas en torno a los avances hacia la nueva movilidad? ¿Qué podemos esperar en el futuro?

R: No es fácil cambiar radicalmente el modelo de transporte, es decir de los modos en los que se realizan los desplazamientos mayoritarios. El desarrollo de la motorización en las Baleares se ha realizado a través del transporte privado. El binomio para los movimientos ha sido coche/carretera, a partir de la expansión de las infraestructuras, sin tener en cuenta otras actuaciones en el territorio. El tren se desmanteló y las políticas públicas hacia movilidades más sostenibles son muy recientes y se inician con el cambio de siglo. En los últimos años se han realizado muchos esfuerzos para la potenciación de los transportes públicos interurbanos, la intermodalidad, los corredores turísticos, la prohibición en tramos específicos del vehículo privado, etc. incluso el techo en la entrada del número de vehículos en Formentera. El camino hacia la sostenibilidad, que incluya los desplazamientos de los turistas, debe mantenerse y extenderse. El territorio insular es reducido y muy frágil.

P: En el caso de Mallorca en particular habría que hacer mención a aspectos de actualidad relacionados con el transporte: el carril bus-VAO, la construcción del nuevo tranvía y el anuncio de la gratuidad del transporte público en 2023 ¿Qué impacto cree que puede tener cada una? ¿Permitirá fomentar una movilidad más sostenible? 

R: Son vías que caminan hacia un objetivo ambicioso, sacar el mayor número de coches de la ciudad en sus arterias principales y disminuir su presencia en las carreteras. Si yendo en transporte público o compartiendo vehículo se consigue llegar más rápido, como en muchas otras ciudades, es cuestión de tiempo.

Debe de haber una buena planificación de cada una de las acciones y una buena comunicación a la ciudadanía que justifique y explique la medida. El nuevo tranvía permitirá mayor rapidez en los desplazamientos urbanos, y solo por ello se convierte en un modo que atrae demanda, puesto que circulará por vías segregadas en todo su trayecto. La gratuidad para 2023 debería servir para un mayor uso de los transportes públicos, que debe ir acompañado de mayor capacidad, puesto que la demanda sube y puede generar frustración. En ningún caso, además, se debe mantener el mismo nivel de tráfico, sino que el público debería absorber los atascos que genera el sobre uso del transporte privado.

P: ¿En qué lugar debería situarse a los vehículos privados a motor en una ciudad como Palma? 

Se debería proporcionar acceso a los residentes y al transporte de mercancías que debe proveer los comercios y los servicios. El tráfico de paso, buscando aparcamiento debería eliminarse paulatinamente, así como los viajes cortos, de menos de 15 minutos que deberían poder realizarse a pie. A nivel urbanístico se debería generar proximidad para satisfacer la demanda de bienes y servicios para que no fuera necesario el uso de los modos motorizados. Los aparcamientos periféricos y disuasorios, con una buena combinación con las líneas de transporte público, deberían permitir el no poder acceder en coche a centro de la ciudad, tanto por parte de los residentes, como de los foráneos.

R: Uno de los grandes protagonistas de la nueva dinámica de movilidad está siendo el patinete eléctrico, con un uso cada vez más extendido, pero con unas tasas de accidentalidad e infracciones viales mayores que la bicicleta en entornos urbanos ¿Qué papel deben tener este tipo de vehículos en la movilidad del futuro?

P: Constituyen una alternativa a la bicicleta, a la eléctrica también, y simplemente deben cumplir las normas circulatorias establecidas. Lo que provoca los accidentes es la indisciplina en la normativa. Tanto los patinetes como las bicicletas deberían poder circular en vías donde coexistan con el coche, que debería apaciguar su tránsito. Con la extensión de las zonas 30 debería ser posible.

P: Uno de los pilares que marcará el futuro de la movilidad en España vendrá de la mano de la nueva Ley de Movilidad que se pretende implementar próximamente. En ella reservan un apartado que obligará a algunas empresas a contar con un Plan de Transporte Sostenible al Trabajo ¿Qué deberían hacer las empresas para fomentar dinámicas de movilidad más sostenibles entre sus empleados?

P: El potenciar por parte de las empresas a sus empleados el uso del coche compartido o del acceso al lugar de trabajo a través de transportes públicos, podría llevarse a cabo a través de incentivos económicos i/o sociales, por ejemplo, para que fuera atractivo el cambio. Bonificaciones, incentivos, reservas de aparcamientos para coches de mayor ocupación, etc….El polígono de Son Castelló en Palma tiene la línea de metro que lo cruza y sin embargo se utiliza muy poco por parte de las personas que en él trabajan. 

P: Una coletilla política habitual para presumir de movilidad sostenible va referida a la cantidad de kilómetros de carril bici que han construido durante una legislatura. Sin embargo ¿Qué más necesita un entorno urbano para considerarse un espacio realmente amigable con la bicicleta?

Que haya menos coches en las calles y, como ya he indicado, que el tráfico esté más calmado, para que sea más atractivo y seguro el uso de la bicicleta.

P: En 2016 publicó un artículo con otros investigadores realizando un análisis del sistema de bicis pública de Palma, con unos resultados poco halagüeños en ese momento, representando por aquel entonces un 10% del total de viajes ciclistas dentro de la ciudad ¿Cree que se ha mejorado desde entonces?

R: Ahora, en estas semanas, se está llevando a cabo el cambio a un sistema más digital y con presencia de bicicletas eléctricas. El incremento de los carriles bici y el cambio de sistema pueden contribuir a un mayor uso. De todos modos, es importante calmar el tráfico y que la bicicleta pueda permeabilizarse más en el conjunto de la ciudad, pueda ocupar más espacio y que éste sea seguro. Palma es una ciudad con pocos desniveles que permite un uso elevado de este modo de transporte. 

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