Durante los últimos años se llevan implantando medidas para hacer más amable la ciudad a ciclistas y peatones y reducir el tránsito de coches. Siguiendo el modelo del urbanismo táctico para ir cambiando las estructuras de la ciudad.
Apostando por un mayor número de supermanzanas, límite de velocidad y más carriles bici. La pandemia ha acelerado todos estos procesos al ganar las terrazas de los establecimientos hosteleros espacios en el asfalto.
La clave para este cambio es el urbanismo táctico, un modelo de construcción que se basa en la realización con pinturas, vallas y elementos móviles de nuevos espacios en un tiempo que la obra tradicional tardaría mucho.
El urbanismo táctico es una técnica muy utilizada en todas las ciudades del mundo (New York, Berlín, Ciudad de México, etc…). Permite «jugar» con las estructuras de las ciudades para encontrar un punto óptimo y así poder ir moldeándolas a unas ciudades más verdes y sostenibles.
Es un paso importante para el uso de la bicicleta en Barcelona, debido a que se reduce mucho el uso del coche y se avanza en Movilidad Sostenible. Recientemente, la ciudad se ha comprometido a convertir a Barcelona en una gran supermanzana en 2030, con tráfico reducido, espacios públicos y ejes verdes. Un paso más para seguir apostando por la bicicleta como el medio de transporte diario para ahorrar tiempo, dinero y mejorar nuestra salud día a día.
¿Te sumas al reto de la bicicleta? #WeRideAgainstClimateChange